¿Qué es la enfermedad celíaca?
La ingestión de gluten en una persona celìaca, afecta la mucosa del intestino y disminuye la capacidad del mismo de absorber nutrientes.
Se desconoce la causa exacta de la enfermedad celíaca. En su patogenia intervienen factores ambientales, genéticos e inmunológicos.
La celiaquía es considerada la enfermedad intestinal crónica más frecuente. A pesar de que aun no hay registro de casos, estudios preliminares en nuestro país indican una prevalencia de aproximadamente 1: 200. Sin embargo actualmente se calcula que 1 de cada 100 personas es celíaca.
La enfermedad puede presentarse en cualquier momento de la vida desde la lactancia hasta la adultez avanzada.
Aquellas personas con familiares que padezcan la enfermedad están en mayor riesgo de padecerla.
Diagnóstico y Tratamiento
Diagnóstico
El diagnóstico se realiza a través del dosaje de anticuerpos específicos en sangre y el definitivo a través de la biopsia intestinal que se debe efectuar antes de iniciar el tratamiento. La detección temprana y el tratamiento oportuno revisten fundamental importancia para evitar complicaciones secundarias de esta patología.
Tratamiento
Hasta el presente no existe terapia farmacológica para tratar la enfermedad. Una vez diagnosticada, la sintomatología revierte con una dieta estricta de alimentos libres de gluten, que deberá mantenerse de por vida.
Síntomas
La enfermedad celíaca presenta un cuadro clínico complejo y los síntomas pueden variar significativamente de una persona a otra. Dicha variabilidad es parte de la razón por la cual el diagnóstico con frecuencia se retrasa.
Infancia
- Vómitos
- Diarrea
- Náuseas
- Anorexia
- Astenia
- Distensión abdominal
- Pelo frágil
- Hipotrofia muscular
- Retraso crecimiento
- Irritabilidad
- Introversión
- Anemia
- Formación de hematomas
- Defectos esmalte dental
- Corta estatura
Adolescencia
- Anemia
- Dolor abdominal
- Diarrea
- Estreñimiento
- Meteorismo
- Estomatitis
- Corta estatura
- Dermatitis
- Cefaleas
- Retraso puberal
- Menarca tardía
Adulto
- Diarrea
- Irritabilidad
- Cambios del comportamiento (apatía, depresión)
- Disminución del apetito
- Pérdida de peso
- Anemia
- Dermatitis herpetiforme
- Osteoporosis
- Fracturas
- Estreñimiento
- Abortos
- Infertilidad
- Convulsiones
- Migrañas
- Ataxia
- Miocardiopatías
Alimentación saludable
Ante el diagnóstico de enfermedad celíaca, que impacta por el condicionamiento que implica llevar una dieta estricta de por vida, surge el interrogante ¿y ahora que voy a comer?
El primer punto es no desesperar y saber que... permitido, es casi todo. Todo lo que es de origen natural, carnes vacuna, pollo, pescado, verduras y frutas frescas, legumbres, huevos, cereales sin gluten y todas las preparaciones caseras elaboradas con estos ingredientes podrán consumirse.
Es decir, como en cualquier caso es importante alimentarse saludablemente.
Una alimentación saludable debe ser variada, equilibrada y completa de tal manera que se cubran las necesidades de carbohidratos, grasas, proteínas, fibras, vitaminas y minerales y también el agua, permitiendo mantener un óptimo estado de salud, esto no varía en el caso de las personas celíacas.
Una alimentación saludable debe incluir alimentos de todos los grupos, que clasificaremos de la siguiente manera:
- Cereales: dentro de este grupo pueden incluirse arroz, maíz, harina de mandioca, de papa, de soja y sus derivados, como así también premezclas elaboradas con harinas permitidas. Este grupo constituye la principal fuente de hidratos de carbono que proveen la energía suficiente que nuestro cuerpo necesita para aprovechar bien el resto de los nutrientes.
- Verduras y frutas: incluye todos los vegetales y frutas en su estado natural y aquellas envasadas que se encuentren dentro del listado de alimentos para celíacos. Es importante consumir frutas y verduras de todo tipo y color. Ofrecen vitaminas, minerales, fibra y agua, muy necesario para el funcionamiento de nuestro cuerpo.
- Leche, yogurt y quesos: deberán seleccionarse aquellos incluidos en el listado de alimentos aptos para celíacos. Este grupo aporta proteínas de muy buena calidad, vitamina A y calcio importantes para formar y fortalecer huesos y dientes, entre otras funciones.
- Carnes y huevos: incluye todas las carnes (de vaca, ave, cerdo, cordero, conejo, pescados, mariscos, vísceras, liebre, cabra, vizcacha, peludo, etc.) y huevos.Nos ofrecen las mejores proteínas y son fuente principal de hierro. Con respecto a los fiambres y embutidos, se recomienda consumir con moderación y sólo aquellos incluidos en el listado de alimentos.
- Aceites y grasas: aceites, manteca, crema de leche, de estos últimos deberán elegirse las marcas permitidas en el listado de alimentos aptos. Se recomienda el consumo de maníes, almendras, nueces y semillas, para estos casos se recomienda elegir aquellas con cáscara y/o envasadas para evitar la contaminación cruzada con alimentos que contengan gluten. Aportan al organismo los ácidos grasos esenciales, que este no puede formar y que se necesitan a su vez para formar otras sustancias como hormonas y enzimas.
- Azúcar y dulces: incluye azúcares simples y refinados como azúcar, dulces, miel, golosinas, amasados de pastelería, galletitas y bebidas azucaradas, en todos las casos se recomienda consumirlos en pequeñas cantidades para evitar el sobrepeso y las caries, asimismo en el caso de las personas celiacas, deberá tenerse especial cuidado en la elección de los mismos. Solo podrán incorporarse aquellos alimentos dulces que no contengan gluten y se encuentren en el listado de alimentos aptos para celíacos.
- Agua: es fundamental el consumo de aproximadamente 2 litros de agua potable a lo largo del día. El agua es un elemento vital para el ser humano ya que el 70 % de nuestro cuerpo está formado por agua. Un consumo menor al necesario puede dañar la salud y alterar el funcionamiento de órganos, como los riñones.
Evitar la contaminación de alimentos sin gluten:
Un alimento que no contiene gluten puede contaminarse por estar en contacto con otros alimentos que contengan gluten o bien por utilizar para manipularlos los mismos utensilios para unos y otros sin higienizarlos correctamente previo al contacto.
A esto se lo llama contaminación cruzada y es un término que escucharan muchas veces. Evitar esta contaminación cruzada es TAN IMPORTANTE como elegir para consumo aquellos alimentos que no contengan gluten, para esto es necesario seguir algunos consejos.
Las preparaciones sin gluten deben prepararse y cocinarse antes que las demás. Los alimentos sin gluten deben guardarse separados de aquellos que lo contienen, lo ideal es destinar un lugar de la cocina exclusivamente para ellos. Utilizar utensilios (tablas, cuchillos, tenedores, etc) que estén perfectamente limpios para manipular alimentos sin gluten. En algunos casos se aconseja tener ciertos recipientes exclusivos para cocinar sin gluten, esto se debe a que por su forma es dificultoso limpiarlos correctamente y se corre el riesgo de que queden vestigios de gluten. (colador, espumadera, palo de amasar y fundamentalmente la tostadora). Nunca utilizar el aceite o el agua utilizados para cocinar previamente alimentos con gluten. Si se cocinan en el horno al mismo tiempo una preparación apta para celíacos y otra que pueda contener gluten, deberán cocinarlos en diferentes recipientes.
Otras recomendaciones:
Los condimentos pueden contener gluten ya que es utilizado como acelerador del secado, por esto es recomendable cultivar hierbas frescas, elegir pimienta en grano, azafrán en hebras o bien elegir aquellos que estén detallados en el listado de alimentos aptos.
Actividad física:
Es importante combinar una buena alimentación con actividad física regular, ya que favorece el funcionamiento general de nuestro cuerpo, la movilidad, la fuerza muscular, la vitalidad, la respiración, además nos ayuda a controlar la ansiedad , el estrés y mantener un peso adecuado.